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CALIGRAFÍA: Trazos que comunican, líneas de emoción

Exposición. Fondos de la Biblioteca de la Universidad de Zaragoza y obras de Diego Navarro Bonilla (Biblioteca “María Moliner”, Universidad de Zaragoza; 27 de mayo al 19 de junio de 2015)

¿Por qué emociona la caligrafía? ¿Qué sensaciones se generan cuando contemplamos unos trazos armoniosos que superan la mera función práctica de la escritura a mano? ¿Cómo se integra actualmente la caligrafía en procesos de diseño, identidad y comunicación visual? ¿Cómo aprender sus técnicas, estilos y posibilidades? ¿Qué presente y, sobre todo, qué futuro depara a la caligrafía? Estas son algunas de las preguntas que hace meses me planteé como líneas argumentales de una posible exposición.

Ese proyecto expositivo ve finalmente la luz gracias al apoyo decidido, entusiasta y generoso de vari@s profesionales bibliotecari@s en la Universidad de Zaragoza con Matilde Cantín y Paz Miranda a la cabeza junto a su gran equipo de trabajo quienes han colaborado de manera determinante. Debo subrayar también el patrocinio y empuje de la Facultad de Filosofía y Letras con su decano Eliseo Serrano al frente y, especialmente, el apoyo y sabias indicaciones de mi querida profesora y amiga, Asunción Blasco Martínez quien ejerce conmigo la comisaría científica de la exposición. A todos ellos, mi más sincero agradecimiento por las facilidades y el apoyo recibido durante estos meses. Planificar, diseñar, organizar y finalmente montar una exposición de las características que aquí presentamos ha sido toda una experiencia, maravillosa, llena de esfuerzos, ilusiones y reflexiones. El resultado podrá finalmente verse a partir del miércoles 27 de este mes de mayo en la Biblioteca “María Moliner” de la Universidad de Zaragoza (C/ Pedro Cerbuna, 12).

Esta exposición bibliográfica y artística busca el equilibrio entre la teoría y la práctica, entre la formalidad y la creatividad, entre la doctrina y el ejercicio diario de la caligrafía clásica y también contemporánea. Para conseguirlo, se han seleccionado libros, revistas y publicaciones procedentes del fondo de la Biblioteca de la Universidad de Zaragoza así como materiales especiales para realizar caligrafía junto a una nutrida muestra de recientes trabajos caligráficos que he realizado, utilizando múltiples técnicas (acuarela, tinta, acrílicos, marcadores de arte urbano.., etc.) e inspiraciones visuales: desde las más clásicas (antiguas, medievales y modernas) hasta las más vanguardistas. No por casualidad esta exposición se organiza en torno a diez áreas temáticas que configuran un puente entre la tradición y la innovación para hacer avanzar el estudio, la práctica y la comprensión de la caligrafía.

La exposición afronta también algunos de los debates más relevantes en torno al papel de la caligrafía en el diseño gráfico, las diferencias (y afinidades) entre tipografía, rotulación (lettering) y caligrafía, así como la pervivencia de tradiciones escriturarias que inspiran las actuales corrientes y escuelas caligráficas contemporáneas. Por último, uno de los aspectos que se quieren destacar con esta exposición es el vínculo activo entre paleografía y caligrafía. Gracias a una concepción que he desarrollado con mis alumnos del Grado en Información y Documentación en la Universidad Carlos III de Madrid, se incide en las enormes posibilidades de renovación de la enseñanza de la paleografía no sólo mediante la lectura de textos escritos con grafías antiguas sino con el ejercicio práctico caligráfico en el aula. De hecho, lejos de una concepción estática o clásica, esta exposición forma parte de un proyecto superior de revitalización de la caligrafía vinculada de forma sinérgica a las prácticas, resultados y representaciones de la escritura con los alumnos.

Investigar la cultura escrita encuentra aquí una imprescindible etapa superior: la que integra al investigador y al docente con el calígrafo en un único perfil. Realizar caligrafía basándose en un conocimiento de la cultura escrita en general y de los ciclos de escritura estudiados por la paleografía en particular, genera una sinergia que repercute directamente en la mejora de la comprensión en el aula de particularidades y problemas surgidos durante el mismo proceso de producción caligráfica.

Más allá de la propia etimología del término (Kallós, bello, hermoso; graphein, escribir), el estudio de la teoría y la práctica caligráfica, el análisis sistemático de sus elementos y atributos hasta llegar a un nivel de excelencia escrituraria, nos sumerge en siglos de tradiciones y particularidades para explicar el fundamento de una búsqueda sorprendente: el de la belleza de la escritura conseguida mediante la pluma, el cálamo o cuantos instrumentos de escritura actual la reinventen y la enriquezcan. Los ricos fondos bibliográficos mostrados, procedentes en su mayoría de la propia Biblioteca Universitaria son un buen indicador de ese interés y presencia caligráfica continuada desde el siglo XVI hasta nuestros días.

Hoy, pese a la evidente inmersión digital y las voces que agrietan su utilidad, la caligrafía vive y pervive, muta e inspira múltiples modos de comunicación y expresión, tanto personal como institucional. La creatividad artística, la excelencia y el virtuosismo siguen definiendo modelos, corrientes y tendencias que definen la viveza del interés actual por la caligrafía. Todos ellos hacen del vínculo entre tradiciones centenarias y modelos gráficos actuales una realidad expresiva que trasciende la escritura por medio de trazos que comunican, ejemplos que inspiran y líneas que emocionan.